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Existen infinidades de motivos para ir al dentista, detectar patologías leves y evitar que en un futuro progresen y puedan convertirse en un problema grave a nuestra salud. Entre los diversos motivos por las que se debe acudir al dentista en caso de notar cualquier síntoma que pueda sugerir problemas de salud bucal tenemos:
- La prevención de enfermedades periodontales.
- Mejorar el aspecto de los dientes a través de limpiezas, blanqueamientos dentales y/o asesoramiento de técnicas de cepillado.
- Detectar caries antes de convertirse en un problema grave para nuestra salud y para nuestro bolsillo.
- Detectar enfermedades relacionadas en las encías como la gingivitis.
- Sensibilidad al ingerir alimentos fríos o calientes.
- Dolor al masticar.
- Encías que sangran al cepillarnos, enrojecidas, inflamadas o sensibles.
- Rechinación dental (bruxismo).
- Sabor inusual y persistente en la boca o mal aliento.
Es importante recalcar que es necesario asistir regularmente al dentista para prevenir cualquier tipo de enfermedad bucodental y no, cuando ya exista el problema en estado ya avanzado de la patología.
La salud bucodental
La salud bucodental constituye una parte fundamental en la protección de nuestra salud, por tanto, es imprescindible establecer una rutina de higiene bucal saludable que nos permitirá gozar de una favorable y buena calidad de vida.
Para mantener una buena salud dental y prevenir enfermedades bucodentales se tiene que tomar en cuenta los hábitos de higiene dental que desde la infancia nos inculcan y nos recomienda el odontólogo, tales como:
- El cepillado de dientes diario tres veces al día.
- Cambiar de cepillo regularmente para evitar la proliferación de enfermedades.
- Uso diario del hilo dental.
- Uso diario del enjuague bucal.
- Visitar al dentista periódicamente.
Para el mantenimiento de nuestra salud bucodental, una correcta higiene como prevención es un factor fundamental para prevenir patologías bucodentales que pueden afectar gravemente nuestra estructura mandibular y salud en general.
Beneficios de la revisión anual dental
Las revisiones anuales constituyen el único medio que permite al odontólogo inspeccionar los dientes, encías y tejidos blandos (mejillas, labiosa y lengua) para prevenir y/o atender los problemas bucodentales que afectan nuestra salud, evitar molestias, enfermedades graves y gastos mayores en tratamientos o consultas más costosas a futuro.
Entre las principales ventajas que tienen, es detectar las caries a tiempo y así poder evitar tratamientos más complejos, invasivos e irreversibles. Realizar una limpieza bucodental para eliminar la placa bacteriana que se acumula en nuestra boca.
Las revisiones se utilizan en cierta forma para enseñar a los pacientes a tener un cepillado adecuado y crear hábitos de higiene bucal, así como también el uso determinado de una pasta dental o enjuague bucal de ser necesario.
Llevar a los niños al dentista
Así como el adulto debe acudir periódicamente al dentista, igualmente deben hacerlo los niños, ya que ellos son más vulnerables debido al consumo de azúcar. Es importante inculcarle al niño el hábito de una buena higiene bucal.
El dentista podrá realizar trabajos de sellado dental y fluorización como tratamiento preventivo para fortalecer sus dientes y evitar las caries, por ejemplo. Podrá recomendar tratamientos de ortodoncia para evitar una maloclusión dental, lo que podría generar en un futuro problemas posturales o estomacales.
¿En qué consiste una revisión bucodental?
Una revisión bucodental como su nombre lo indica, es la revisión que realiza el odontólogo al paciente cuando éste asiste a consulta. La revisión bucodental se desarrolla a través de la toma de notas del paciente con la finalidad de rellenar y/o actualizar su historial clínico, conocer sus antecedentes y todos los motivos por la cual asiste a consulta.
Posterior a ello, el dentista examinará la cavidad bucal para realizar una valoración completa del estado de salud de su boca y explicará el paciente detalladamente los posibles problemas y su tratamiento para resolverlo.
Podrá realizar una limpieza dental para eliminar la placa bacteriana y el sarro acumulado en los dientes, encías y espacios interdentales. De ser necesario, es pertinente realizar radiografías para determinar con exactitud los problemas que ocurren en tus dientes y boca.
Al terminar la exploración y el diagnóstico de la cavidad bucal, si se considera necesario el dentista hará entrega de un plan de acción que contempla el tratamiento planteado por el profesional.
